Imponderabilia.

Imponderabilia, 1977.

Marina Abramovic y Uwe Laysiepen.

Performance art.

Hoy traigo esta impactante e inusual performance de la famosa pareja de artistas de los 70, Marina Abramovic y Uwe Laysiepen, que utilizaba como nombre artístico Ulay.

Pero primero es preciso conocer un poco la trayectoria de ambos:

Marina Abramovic nació en Belgrado, Yugoslavia el 30 de Noviembre de 1946; desarrolló su carrera a lo largo de los años 70, y ha estado activa más de tres décadas.

Desde siempre, su trabajo se ha dedicado a explorar la relación entre el artista y la audiencia, los límites del cuerpo y las posibilidades de la mente.

Marina Abramovic realizando una performance de la serie Ritmo, 1974.

Recientemente se ha descrito así misma como la abuela del arte de la performance.

Sus primeros trabajos son una serie de performances llamadas Rhythm, pero Ritmo 0, 1974, es una de las más famosas y exigentes, y trata de probar la relación entre artista y público.

En el momento en que se mudó a Ámsterdam, Marina conoció a Ulay (Solingen, Alemania, 30 de Noviembre de 1943), un artista alemán de performance; desde entonces, van a trabajar juntos durante una década, formando un colectivo llamado The Other (El Otro), donde vestían y se comportaban como gemelos (ambos nacieron el mismo día), explorando los conceptos de ego e identidad artística, e interesados en las tradiciones culturales y los ritos.

Fotografía del colectivo The Other, compuesto por 

los artistas de performance Marina Abramovic y Ulay.

Idearon una serie de trabajos donde sus cuerpos creaban espacios para interactuar con la audiencia, un ejemplo es su primera performance Relation in Space (Relación en el espacio), pero una de las que más me gustan es:

Death self  (La muerte misma), trata de que ambos unan sus labios en un beso donde cada uno respira el aire que suelta el otro, hasta agotar el oxígeno; de este modo, pasados diecisiete minutos, ambos cayeron desmayados debido a la inhalación del dióxido de carbono que desprendía el otro.

Con esta performance pretendían explorar la idea de la habilidad del individuo de absorber la vida de otra persona, cambiándola y destruyéndola.

Marina Abramovic y Ulay en mitad de su performance Death self.

Tras un período de tensión, en 1988 ambos se separaron, haciendo un viaje espiritual que daría fin a su relación.

La idea surgió de un sueño que tuvo Marina, y era que ambos caminaran por la Gran Muralla China, cada uno en un extremo, hasta encontrarse. Le pareció que era un fin apropiado y romántico para todos esos años de relación.

A Marina Abramovic la descubrí en primero de carrera, en la asignatura de Dimensión social del Arte, donde la profesora nombró de pasada a esta artista de performance y puso esta fotografía:

Fotografía de la estrella de Marina Abramovic.

Quedé obnubilada; nada más llegar a casa intenté buscarla, a penas recordaba el nombre, pero ese ombligo rodeado de sangre no podía olvidarlo. Al rato descubrí que se llamaba Marina Abramovic, que hacía performances y fotografías, que era de un país del este y que me encantaba.

Yo ya conocía el término performance debido a un proyecto que realicé en grupo en 2009, durante el bachillerato de artes.

Se nos daba la oportunidad de escoger un tema y analizarlo, y ya que todas habíamos oído hablar del término performance y ninguna sabía qué significaba exactamente, decidimos hacerlo sobre eso.

La profesora quedó encantada con el tema, sobretodo porque no esperaba que un día durante el recreo y  sin previo aviso, las cuatro nos presentamos en la sala de profesores, representando nuestra performance.

Y como proyecto final, nuestro trabajo constaba de las clásicas definiciones y ejemplos, además del vídeo, las fotos y la explicación de nuestra versión de la performance como otro tipo de arte a través del cuerpo.

Fotografía de la artista Marina Abramovic.

Ya jamás se me olvidaría qué significaba este término tan confuso, a veces muy confundido con el happening, ambos estilos muy ligados al arte conceptual que vivieron su auge en los años 90.

La performance, que es sinónimo de acción artística o arte en vivo, es un tipo de arte que se realiza a través del cuerpo, es una acción, y tiene lugar en un espacio y tiempo determinados. La presencia del público es muy importante, tanto como sus reacciones, pues muy a menudo este arte es provocativo e inusual.

La performance puede darse en cualquier lugar, iniciarse en cualquier momento y tener cualquier duración. Y ha de unir cuatro elementos principales: el tiempo, el espacio, el cuerpo del artista y su relación con el público.

El happening surgió antes, en los 60, de la mano de artistas como Joseph Beuys; mientras que la performance la inauguró Marina Abramovic en los 70.

Básicamente, la diferencia está en que el happening es efímero y se basa más en la improvisación, por eso se realiza en espacios abiertos, buscando la sorpresa y la participación del público, mientras que la performance ha sido preparada previamente por el artista.

Imponderabilia o imponderable: Circunstancia imprevisible o cuyas consecuencias no pueden estimarse (DRAE).

En Imponderabilia, ambos artistas se colocan en la estrecha entrada de una sala, desnudos el uno frente al otro, sin más comunicación que sus miradas.

Gracias al público se produce la performance, que consiste en la entrada de la gente al museo y la decisión de esta de cómo hacerlo, pues pueden optar a girar su cuerpo hacia el de Marina o el de Ulay, con todos los tabúes que conlleva el estar entre dos personas desnudas de distintos sexos.

El público es la obra misma, no pueden observarla, porque esta es la acción que ellos mismos realizan en el momento de la entrada, sobrepasando otro importante tabú, el de mantener la distancia y no tocar la obra de arte pero, en este caso, el roce entre los cuerpos de artistas y público, son la esencia de la obra de arte.

Instalación sobre Marina Abramovic en el Lisson Gallery de Londres, 2010.

Y a mi me parece de lo más interesante y transgresor, además va a servir de inspiración en el futuro a nuevos artistas de performance.

Es una forma de arte donde el público es el principal protagonista, y eso es lo que más me gusta de las performances, que se hacen efímeras; ya no podemos ir a un museo a ver (a ser) Imponderabilia, como mucho podemos ver las fotografías y el vídeo de 1977.

Además, el hecho de que al público se le permita tocar (ser) la obra me parece algo de lo más exquisito, pues todos hemos sufrido esa desagradable distancia obligada en las salas de exposiciones con las obras de arte.

Pero sobre todo ocurre con las contemporáneas, que son todo texturas y hacen que deseemos hundir los dedos en ellas. Yo pienso que, al menos las esculturas, deberían dejarse acariciar respetuosamente por el público, pues la sensación de las texturas, de los distintos materiales, incluso el olor, son tan importantes como el componente visual.

Marina Abramovic: Self port with skeleton.